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viernes, 30 de septiembre de 2016

1657. MORELLA** (II), Castellón: 19 de agosto de 2013.

36. MORELLA, Castellón. La c/ Blasco de Alagón, tras los encierros.

37. MORELLA, Castellón. El palacio del Cardenal Ram tras el encierro.

38. MORELLA, Castellón. Vista de la población desde la lejanía.

39. MORELLA, Castellón. Con la población al fondo.

40. MORELLA, Castellón. Con la ciudad al fondo.

MORELLA** (II), provincia de Castellón: 19 de agosto de 2013,
   La llegada y salida de Morella, sobre todo por la N 232 (de Vinaròs a Aragón y el norte de España), resulta inolvidable e impactante, ya que la población ofrece una inconfundible silueta recortándose nítidamente sobre el horizonte: las casas se agrupan, en una admirable proporción, a lo largo y ancho de la parte mediodía de la montaña que, con aspecto de pirámide truncada, preside en su cúspide el histórico castillo.

Enlace a la Entrada anterior de Morella**:

jueves, 29 de septiembre de 2016

1656. MORELLA** (I), Castellón: 18 de agosto de 2013.

1. MORELLA, Castellón. Puerta de Sant Miquel.

2. MORELLA, Castellón. Crucero junto a la puerta de Sant Miquel.

3. MORELLA, Castellón. Otra visión de la puerta de Sant Miquel.

4. MORELLA, Castellón. La c/ Blasco de Alagón.

5. MORELLA, Castellón. Castillo.

6. MORELLA, Castellón. Ante las murallas del Castillo.

7. MORELLA, Castellón. Una de las salas del Castillo excavada en la propia roca.

8. MORELLA, Castellón. Maqueta de la población, en el interior del Castillo.

9. MORELLA, Castellón. Tras uno de los cañones del Castillo.

10. MORELLA, Castellón. Ante el palacio del Cardenal Ram.

11. MORELLA, Castellón. El palau del Consell.

12. MORELLA, Castellón. La Casa dels Estudis.

13. MORELLA, Castellón. Parte de la fachada de la Casa del Marqués de Cruilles.

14. MORELLA, Castellón. Igl. de Sta. Mª desde el Castillo.

15. MORELLA, Castellón. Llegando a la igl. de Sta. Mª.

16. MORELLA, Castellón. Portada de los Apóstoles, de la igl. de Sta. Mª.

17. MORELLA, Castellón. Otra visión de la portada de los Apóstoles, de la igl. de Sta. Mª.

18. MORELLA, Castellón. Portada de las Vírgenes de la igl. de Sta. Mª, con el Castillo al fondo.

19. MORELLA Castellón. La portada de las Vírgenes de la igl. de Sta. Mª.

20. MORELLA, Castellón. El coro alto de la igl. de Sta. Mª.

21. MORELLA, Castellón. Escalera de acceso al coro alto de la igl. de Sta. Mª.

22. MORELLA, Castellón. Detalle de la escalera de caracol de acceso al coro alto de la igl. de Sta. Mª.

23. MORELLA, Castellón. Un último detalle de la escalera de caracol de acceso al coro alto de la igl. de Sta. Mª.

24. MORELLA, Castellón. Retablo mayor de la igl. de Sta. Mª.

25. MORELLA, Castellón. Uno de los rosetones de la igl. de Sta. Mª.

26. MORELLA, Castellón. Fachada del cvto. de Sant Francesc.

27. MORELLA, Castellón. En el claustro del cvto. de Sant Francesc.

28. MORELLA, Castellón. Junto al acceso a la sala capitular y ante el acceso a la igl. del cvto. de Sant Francesc.

29. MORELLA, Castellón. Nave de la igl. del cvto. de Sant Francesc.

30. MORELLA, Castellón. Pinturas murales de la igl. del cvto. de Sant Francesc.

31. MORELLA, Castellón. Ante el ábside de la igl. del cvto. de Sant Francesc.

32. MORELLA, Castellón. La antigua igl. de Sant Miquel.

33. MORELLA, Castellón. Plaza de toros.

34. MORELLA, Castellón. La c/ Blasco de Alagón, preparada para los encierros.

35. MORELLA, Castellón. Tras las defensas preparadas para los encierros.

MORELLA** (I), provincia de Castellón: 18 de agosto de 2013.
   Morella, a 106 km de la capital, es una de esas contadas poblaciones cuya visita a fondo se puede recomendar a cualquiera sin asumir riesgo alguno en el consejo. Porque Morella no sólo gusta sino que llega a apasionar, porque este pueblo de fortísima personalidad posee un conjunto histórico-artístico impresionante, además de una gastronomía rica, una artesanía atractiva, unas tradiciones celosamente conservadas y, en el entorno, una comarca natural (Els Ports) de encanto inagotable.
   Para empezar, un consejo previo: si el visitante llega en automóvil, se aconseja entrar en el recinto amurallado por la puerta de San Miquel y aparcar lo antes posible el automóvil, que va a molestar en una ciudad que debe recorrerse muy despacio y deteniéndose en múltiples ocasiones para contemplar los más pequeños detalles en una población que ha sido declarada conjunto artístico de interés nacional. Y sin son fiestas, lo mejor es dejar el vehículo en el paraje del Hostal Nou a las afueras, ya que desde allí se traslada a los visitantes en autobús hacia el interior de Morella, que no puede materialmente soportar la afluencia de automóviles.
   Todo el casco urbano está rodeado completamente por unas recias murallas que superan los 2.500 m de longitud y que datan fundamentalmente de los siglos XIII y XIV, en que fueron reconstruidas sobre la base de las árabes, ya existentes en el siglo XI. Catorce torres flanquean el perímetro de la muralla, y es preciso para penetrar en el casco urbano atravesar alguna de las puertas medievales, de entre las que sobresalen por su belleza arquitectónica las de Sant Miquel, Sant Mateu y la dels Estudis.
   El itinerario urbano básico es el que parte de la puerta de Sant Miguel, junto a la que se halla la oficina de turismo, y sigue por las calles de Juan Giner, Virgen del Pilar y Segura Barreda hasta desembocar en la más popular de las calles morellanas: la de Blasco de Alagón, con porches medievales a ambos lados, que, además de hacer más grato el paseo o la tertulia tanto en verano como en invierno, dan acceso a los bares y comercios más tradicionales.
   Desde la plaza de Colón y siguiendo por la calle de la Virgen de Vallivana se llega a la iglesia arciprestal de Santa María, uno de los más bellos templos góticos de la Comunidad Valenciana. Y desde allí, siempre en sentido ascendente, se alcanza el convento de San Francisco, de bellísimo claustro, que permite acceder al recinto del castillo. Compensa subir hasta la puerta más elevada de la histórica fortaleza, ya que desde allí se puede contemplar una de las vistas panorámicas más espectaculares que se pueda imaginar.
   Imposible enumerar siquiera la larga nómina de edificios de interés histórico-artístico. Deben resaltarse, eso sí, los palacios y casonas de la localidad, como el palacio del Cardenal Ram, hoy rehabilitado con acierto por la Diputación de Castellón, que lo ha destinado a hotel (y donde tuvimos la suerte de alojarnos); el palau del Consell y la Casa dels Estudis, en la plaza dels Estudis; la Casa Ciurana, actual Centro Cívico, situada en la Costera de Sant Joan; la Casa Rovira, en la calle de la Virgen de Vallivana; la Casa de la Confraria de Llauradors, en la calle Cofradía; la Casa del Marqués de Cruilles, etc.
   Otros edificios notables son el palacio del Ayuntamiento de Morella, de estilo gótico de los siglos XIV y XV, y la antigua iglesia de San Nicolau, de estilo románico tardío donde se ubica el Museo de Sis en Sis.
   La iglesia de Santa María exige la más detenida visita. Es de estilo gótico (siglos XIII-XIV) y posee en su fachada principal dos puertas de singular belleza: la mayor es la de los Apóstoles (siglo XIV), así llamada porque en ella están representados los 12 discípulos de Jesucristo, complementados por un tímpano con esculturas relativas a la coronación de la Virgen; la puerta menor (del siglo XV) es la de las Vírgenes.
   El interior, realmente grandioso, es de tres naves, con arcos ojivales sujetados por gruesas columnas y con una pieza de gran valor arquitectónico: el coro alto, sostenido por una bóveda casi plana, al que se accede por una escalera de caracol en cuyos laterales figuran auténticas filigranas escultóricas. El gran altar mayor es barroco, del siglo XVII; llaman asimismo la atención los tres rosetones, con vidrieras originales del siglo XIV, y el magnífico museo eclesiástico, en el que figuran valiosas obras de orfebrería religiosa.
   En el Archivo Arciprestal, junto a pinturas medievales, se guardan valiosos códices antiguos en los que se relatan capítulos de la historia de Morella. En el vecino convento de Sant Francesc hay que fijarse sobre todo en su claustro, de estilo gótico primitivo, y en su aula capitular, del siglo XV.
   La visita a Morella debe completarse con un paseo relajante por la Alameda, que desde la puerta dels Estudis y la Calle Baixa de Sant Francesc, contornea la base del imponente castillo, precisamente por los lados que miran al norte y al oeste, por donde no se construyeron casas. Pero antes de salir por esta puerta no será difícil fijarse, dadas sus proporciones, en la iglesia de Sant Miquel, que acoge el Centro de Salud.
   Dentro del recinto amurallado se encuentra la plaza de toros y en las afueras de la población, Els Arcs de Santa Llúcia, tramo que se conserva del acueducto medieval.
   Para conocer el pasado de Morella nada mejor que visitar el Museo Tiempo de Dinosaurios en la torre de Sant Miquel, el Museo Tiempo de Historia en la Torre de la Nevera y el Museo Tiempo de Imagen en la Torre Beneito.  

miércoles, 28 de septiembre de 2016

1655. ARES DEL MAESTRE (I), Castellón: 18 de agosto de 2013.

1. ARES DEL MAESTRE, Castellón. Emplazamiento de la localidad.

2. ARES DEL MAESTRE, Castellón. Vista de la población.

ARES DEL MAESTRE (I), provincia de Castellón: 18 de agosto de 2013.
   En las cercanías de Morella, a más de 1.300 m de altitud.
   Con unas impresionantes vistas panorámicas y con las famosas pinturas rupestres del barranc de la Gasulla en su término municipal, declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad junto al resto del arte rupestre levantino.

martes, 27 de septiembre de 2016

1654. VALENCIA** (IV), capital: 17 de agosto de 2013.

82. VALENCIA, capital. la torre de Sta. Catalina.

83. VALENCIA, capital. La torre del Micalet y la Catedral.

84. VALENCIA, capital. Otra visión de la torre del Micalet.

85. VALENCIA, capital. Portada principal, o de los hierros,  de la Catedral.

86. VALENCIA, capital. Detalle de la portada principal, o de los hierros, de la Catedral.

87. VALENCIA, capital. Vista general de la nave central de la Catedral.

88. VALENCIA, capital. Interior de la capilla del Sto. Cáliz, en la Catedral.

89. VALENCIA, capital. Retablo pétreo de la cap. del Sto. Cáliz de la Catedral.

90. VALENCIA, capital. El Sto. Grial que preside la cap. del Sto. Cáliz de la Catedral.

91. VALENCIA, capital. Bóveda de la cap. del Sto. Cáliz de la Catedral.

92. VALENCIA, capital. Cimborrio de la Catedral.

93. VALENCIA, capital. Retablo y capilla mayor de la Catedral.

94. VALENCIA, capital. Bóveda de la capilla mayor de la Catedral.

95. VALENCIA, capital. Detalle de la decoración pictórica de la bóveda de la cap. mayor de la Catedral.

96. VALENCIA, capital. Puerta de los Apóstoles de la Catedral.

97. VALENCIA, capital. Custodia procesional de la Catedral.

98. VALENCIA, capital. Imagen de la Virgen María en la Catedral.

99. VALENCIA, capital. Otro de los retablos de la Catedral.

100. VALENCIA, capital. Lápida del poeta Ausias March, en la Catedral.

101. VALENCIA, capital. En la plaza de la Virgen.

102. VALENCIA, capital. Ante la fuente del Turia y la basílica de la Virgen de los Desamparados.

103. VALENCIA, capital. Una de las puertas de la basílica de la Virgen de los Desamparados.

104. VALENCIA, capital. Interior de la basílica de la Virgen de los Desamparados.

105. VALENCIA, capital. La Virgen de los Desamparados, en su basílica.

106. VALENCIA, capital. Cúpula de la basílica de la Virgen de los Desamparados.

107. VALENCIA, capital. La Virgen de los Desamparados desde el interior de su camarín.

108. VALENCIA, capital. Portada de la igl. de San Juan de la Cruz.

109. VALENCIA, capital. Fachada lateral del palacio del Marqués de Dos Aguas.

110. VALENCIA, capital. En la portada del palacio del Marqués de Dos Aguas.

111. VALENCIA, capital. Detalle de la portada del palacio del Marqués de Dos Aguas.

112. VALENCIA, capital. Otro detalle de la portada del palacio del Marqués de Dos Aguas.

113. VALENCIA, capital. Un último detalle de la parte superior de la portada del palacio del Marqués de Dos Aguas.

VALENCIA** (IV), capital de la provincia y de la comunidad: 17 de agosto de 2013.
De la plaza de la Reina y la Catedral al Patriarca y el Museo de Cerámica
   La plaza de la Reina, una de las más representativas de la ciudad, donde recaen el Micalet y la fachada meridional de la Catedral.
   A la derecha comienza la calle de la Paz, una de las más bonitas y proporcionadas de Valencia, con la mayor parte de sus edificios construidos a principios del siglo XX, en estilo modernista.
   A la izquierda, la torre de Santa Catalina, del siglo XVII, de estilo barroco y a la que le cuadran perfectamente los calificativos de airosa, esbelta, grácil y, desde luego, bella. Además de su acertadísima estética, ejerce las funciones prácticas de ser el campanario de la iglesia del mismo nombre, cuyo exterior apenas resulta visible, prácticamente oculto entre viejas casas, pero que nos sorprende con un interior del más puro estilo gótico.
   Se contempla ahora la torre del Micalet, considerada por muchos como el símbolo más genuino de la ciudad. La torre-campanario de la Catedral, de estilo gótico, es de sólida factura sin que ello implique la mínima disminución de su esbeltez. De planta octogonal, sus más de 50 m de altura la convierten en una excelente atalaya para contemplar desde su terraza el abigarrado casco histórico de una ciudad que, al ser completamente llana, carece de plataformas naturales que la dominen. Por ello, vaya por delante un consejo; si sus condiciones físicas lo permiten -pues la escalera de caracol de 207 peldaños no tiene un ascensor como alternativa-, durante la visita a la Catedral suba hasta el mirador de esta torre gótica del siglo XIV. Y escuche la historia de sus 12 campanas, la principal de las cuales (del año 1418) proporcionó el nombre a la torre.
   Se entra por la puerta principal, barroca, en la Catedral, que ofrece una recopilación de estilos sucesivos. La estructura de la catedral es gótica, y comenzó a construirse en el año 1262. Por la obligada limitación que impone el espacio disponible, se debe prescindir de muchos detalles para centrarse en sugerir algunos de los elementos arquitectónicos en los que debe fijarse más el visitante: la capilla del Santo Cáliz*, antigua Aula Capitular, a la derecha de la puerta barroca. La capilla en cuestión constituye una auténtica joya del arte gótico (siglo XIV), con su bóveda de crucería nervada, y la especie de retablo de piedra alabastrina que cubre el muro testero, en cuyo centro se exhibe el legendario Santo Grial, que, según la tradición, corresponde al cáliz utilizado por Jesucristo en la Última Cena.
   El cimborrio*, considerado como obra maestra del gótico español mediterráneo; es octogonal, como el Micalet, y proporciona una gran luminosidad, a través de sus ventanales, al altar mayor, que se halla situado a sus pies, en el eje del crucero; el barroco presbiterio*, el púlpito gótico, desde el que predicaba San Vicente Ferrer; la puerta gótica de los Apóstoles*, sobre la que se halla un gran rosetón, con la estrella de David, de seis puntas, en tracería. En esta puerta, se reúne, desde hace varios siglos, todos los jueves a las 12 h del mediodía, el Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia; la puerta románica de la Almoina o del Palau*, que mira al Palacio Arzobispal, con unos grandiosos ventanales góticos sobre ella, y la puerta barroca de los Hierros*, diseñada en planta curva por su autor, Konrad Rudolf que así logró la difícil transición entre la gran mole del Micalet  y el conjunto, mucho más bajo, de la Catedral.
   En cuanto a la obra pictórica y escultórica que alberga la Catedral debe destacarse, por una parte, el retablo situado en el presbiterio (de Yáñez de la Almedina y Hernando de los Llanos, del siglo XVI). Por otra parte, cabe resaltar que el museo-tesoro -al que se accede desde la capilla del Santo Cáliz- guarda, además de la gran Custodia Procesional, diversas obras maestras de Goya, Joan de Joanes, Vicente Masip, Orrente, Pablo de San Leocadio, etc. En las inmediaciones de la puerta románica de la Almoyna se halla la tumba del insigne poeta valenciano Ausias March.
   Se sale por la puerta de los Apóstoles al corazón de la Valencia antigua: la plaza de la Virgen, un enclave urbano muy querido por los habitantes de esta ciudad que, según recuerda una lápida situada en el centro de la plaza, fue fundada por los romanos en el año 138 a.C. Está, pues, justificado el cariño que se siente por la Plaça de la Mare de Déu -siempre cubierta por blancas palomas-, ya que a ella asoman, además de la Catedral, el palacio gótico de la Generalitat, sede del gobierno autonómico y la basílica de la Patrona de la ciudad y Reino de Valencia: la Virgen de los Desamparados, representada por una talla gótica objeto de una gran devoción popular.
   En el interior del templo vale la pena visitar el Camarín de la Virgen -a espaldas del altar mayor- y contemplar las pinturas al fresco con que Palomino decoró la cúpula. La gran fuente, situada en el lado norte de la plaza viene a constituir un homenaje moderno a la sabia administración del agua que tradicionalmente han efectuado los agricultores valencianos, simbolizando el grupo escultórico al río Turia y a las ocho acequias que, desde tiempo inmemorial, fecundan su huerta.
   Por la plaza del Patriarca se accede, sucesivamente, a las calles de Salvá y del Poeta Querol. A la derecha, la iglesia carmelita de San Juan de la Cruz, monumento nacional de interior barroco y, junto a ella, el el palacio del Marqués de Dos Aguas, que alberga el Museo Nacional de Cerámica, tal vez el destino preferido de las visitas turísticas de la ciudad de Valencia. El edificio posee un interés arquitectónico propio, aunque sin lugar a dudas la imagen que más grabada se queda a los visitantes es la de la portada, trabajada en alabastro por el escultor Vergara, aunque el diseño correspondió a HIpólito Rovira. Pero, por si fuera poco, al valor del inmueble, hay que añadir el gran atractivo que presentan las colecciones de cerámica de las distintas procedencias (Paterna, Manises, Alcora, Sevilla, Talavera, Córdoba, Teruel, etc.), así como valioso mobiliario, esculturas, una tradicional cocina valenciana y tres lujosísimas carrozas que pertenecieron a la familia propietaria del palacio, los marqueses de Dos Aguas.

Enlace a la Entrada anterior de Valencia**: