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jueves, 19 de marzo de 2015

1096. VITORIA - GASTEIZ** (I), capital: 10 de agosto de 2010.

1. VITORIA, capital. Plaza de la Virgen Blanca.

2. VITORIA, capital. Hornacina de la Virgen Blanca.

3. VITORIA, capital. Monumento a la batalla de Vitoria.

4. VITORIA, capital. Portada de la parroq. de San Miguel.

5. VITORIA, capital. Bóvedas de la parroq. de San Miguel.

6. VITORIA, capital. Retablo mayor de la parroq. de San Miguel.

7. VITORIA, capital. Casa Consistorial en la Plaza Nueva.

8. VITORIA, capital. Torre de la igl. de San Vicente.

9. VITORIA, capital. Palacio de Villasuso.

10. VITORIA, capital. Palacio de Bendaña.

11. VITORIA, capital. Nuevo Museo de Arqueología.

12. VITORIA, capital. Torre de la catedral de Sta. Mª.

13. VITORIA, capital. Portada del palacio Escoriaza Esquíbel.

14. VITORIA, capital. Fachada del palacio de Montehermoso.

15. VITORIA, capital. Restos de la muralla e igl. de San Vicente.

16. VITORIA, capital. Torre de los Anda.

17. VITORIA, capital. El Portalón.

18. VITORIA, capital. Artium.

19. VITORIA, capital. Torre de Doña Otxanda.

20. VITORIA, capital. Igl. de San Pedro.

21. VITORIA, capital. Pórtico de la igl. de San Pedro.

22. VITORIA, capital. Escudo de la fachada de la Casa de los Urbina-Zárate.

23. VITORIA, capital. Una de las puertas de la muralla.

24. VITORIA, capital. Catedral de Mª Inmaculada.

VITORIA - GASTEIZ** (I), capital de la provincia y de la comunidad: 10 de agosto de 2010.
   La ciudad de Vitoria es la capital del País Vasco. Este carácter, junto al crecimiento industrial y demográfico de las últimas décadas, ha sido armonizado con singular sabiduría hasta conseguir una ciudad que aúna lo antiguo con lo moderno y en la que sus habitantes disfrutan de una envidiable calidad de vida. Su situación central en la Llanada le ha permitido aprovechar los recursos de las verdes montañas del norte y de las fértiles tierras lamidas por el Ebro.
   Los accesos a Vitoria nos llevan con rapidez al núcleo mismo del casco viejo, pleno de monumentos, iglesias, palacios y entrañables rincones. Nos situamos en la festiva plaza de la Virgen Blanca*, quien desde su hornacina del pórtico de la iglesia de San Miguel mira con cariño el ajetreado discurrir de los vitorianos.
   En el centro de la plaza se alza el monumento a la batalla de Vitoria, obra del catalán Gabriel Borrás. La parroquia de San Miguel, que ha sufrido diversas etapas constructivas durante los siglos XIV y XVIII, guarda en su interior un bello retablo mayor barroco y está dedicada a la patrona de la ciudad, la Virgen Blanca.
   Vecina a esta plaza se encuentra la cerrada y aislada Plaza Nueva* o de España, diseñada por el arquitecto Justo Antonio de Olaguíbel. Uno de sus lados lo ocupa la Casa Consistorial.

Hacia el corazón de la ciudad vieja
   Salimos por el ala oriental y cerca del noble edificio del Banco de España aparecen los Arquillos, que se extienden como solución urbanística que posibilita el salto de la colina al llano a lo largo de la cuesta de San Francisco y de la calle Mateo de Moraza.
   Cerca se levanta, aún más enhiesta por el desnivel del terreno, la iglesia de San Vicente, un bello edificio de planta basilical de finales del siglo XV. Entre esta parroquia y la de San Miguel se encuentra la plaza del Machete, donde juraban sus cargos los síndicos del Ayuntamiento vitoriano, que ha sido remodelada no hace mucho tiempo. En la unión con la cuesta de San Francisco destaca un crucero con el grupo escultórico del remate antiguo. Y en la plaza, el palacio de Villasuso, del siglo XVI, aparece adosado al ábside de San Miguel y dispone de un irregular patio interior.
   Junto a la iglesia de San Vicente la calle de la Cuchillería nos encamina hacia la catedral de Santa María, pero nos permite conocer la medieval Casa del Cordón, cuya fachada conserva el carácter gótico de cuando fue edificada, y el restaurado palacio de Bendaña*, levantado a comienzos del siglo XVI, con un interior realzado por escalera noble y rico artesonado en las diversas salas que en la actualidad alberga el Museo Fournier de Naipes que alberga una interesante colección de más de 15.000 bajarja que inició el fundador de la famosa compañía de naipes. La casa de la calle Cuchillería que alberga el Museo de Fournier quedó integrado en el edificio destinado a albergar el nuevo Museo de Arqueología de Álava que sustituyó en 2008 al histórico de la sede de la calle Correría. El nuevo edificio es obra del arquitecto Patxi Mangado según un proyecto que pretende revitalizar esta parte del casco antiguo vitoriano.
   En la parte más elevada del antiguo cerro de Gasteiz se sitúa la catedral de Santa María de Vitoria*, la iglesia gótica más importante de la ciudad.
   El paseo por la Vitoria medieval continúa por la calle de Fray Zacarías donde se sitúa el elegante palacio Escoriaza Esquíbel, el palacio de Montehermoso, en la actualidad importante centro de cultura, donde se vislumbran restos de la antigua muralla y la iglesia de San Vicente, para llegar finalmente al final de la calle donde se puede contemplar gran parte de la ciudad desde un mirador.
   Hacia el norte de la catedral, la calle Correría nos brinda la posibilidad de conocer varias casas señoriales, como la torre de los Anda, el famoso Portalón, con su entramado de ladrillo y madera sobre zócalo de piedra.
  Junto a este límite exterior del casco medieval se alza Artium, el museo de arte moderno de Vitoria, participando de un eje cultural junto al antiguo depósito de aguas, hoy sala de exposiciones, el Centro Cultural Montehermoso, el Museo Fournier de Naipes y la catedral de Santa María.
   De vuelta hacia el inicio del recorrido, en la calle Siervas de Jesús se alza la majestuosa torre de Doña Otxanda, primitiva casa fuerte de los Iruña en el siglo XV, que hoy alberga el interesante Museo de Ciencias Naturales, y la iglesia parroquial de San Pedro, del siglo XIV, en la que podemos admirar el Pórtico Viejo**, uno de los más lujosos exponentes del arte gótico monumental. Y equidistante de las dos, en la calle paralela de Herrería, la Casa de los Urbina-Zárate, cuya fachada exhibe un soberbio escudo.

La primera expansión hacia el sur
   Hacia el oeste, la calle de El Prado nos sitúa ante la inmensa mole de la nueva catedral de María Inmaculada.

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